Soy Patricia Rueda, y Las Rosas de Petra, es el proyecto que me une para siempre con ella, mi abuela Petra.

Cántabra, ingeniera química de profesión, y una apasionada de la creación, la estética y los proyectos con alma.
Desde pequeña he sentido una gran atracción por el emprendimiento, inspirada por el ejemplo de mis padres. De ellos aprendí que las cosas hechas con cariño y constancia siempre florecen.

Así nace Las Rosas de Petra, un proyecto muy personal que le rinde homenaje a ella, mi abuela, mi segunda madre, una mujer fuerte, generosa y enamorada de las rosas de jardín. En nuestra huerta de Castillo siempre había rosas, llenando el aire de color, calma y belleza.

Las Rosas de Petra es su legado convertido en inspiración: un espacio donde organizo eventos elegantes, con personalidad y mucho cariño, pensados para quienes valoran la autenticidad, la calidez y los pequeños detalles que marcan la diferencia.